El auditorio César Vallejo de la 18 FIL se mostró abarrotado de asistentes, y no era para menos; se estaba presentando
la antología del Cuento Peruano 2001-2010 de Ricardo Gonzales Vigil. Dos
volúmenes de ediciones Copé que contienen un total de 1304 páginas, que
celebran y recopilan lo mejor de la narrativa breve nacional de la última
década.
Ricardo Gonzales Vigil se mostró gratificado con el calor de la gente y con la mesa que le acompañaba, entre ellos Carla Santa Cruz (Petroperú), Alexis Iparraguirre (autor antologado), Diego Trelles (autor antologado), y Omar Aramayo (autor antologado).
El crítico en un acto de agradecimiento resaltó la gran labor del premio Copé que se creó desde 1979, y que Pedro Cateriano Delgado (impulsor del prestigioso premio) tuvo una conversa con él para poder gestar la nueva antología.
Tal como las compilaciones
anteriores, recalcó que el criterio sigue siendo el mismo; que el autor a
seleccionar, tenga por lo menos un libro de cuentos publicado, tal como en su
momento lo hacía el infatigable crítico sanmarquino Alberto Escobar Zambrano,
que lanzó en sus compilaciones a jovencísimos autores veinteañeros como Mario
Vargas Llosa y Antonio Cisneros.
Ricardo Gonzales Vigil
finalizó invitando al público a que ingresen al banquete nutritivo que
representa el libro.
Seguidamente, Alexis Iparraguirre acostumbrado a un discurso bien cuidado no dejó de mencionar a los maestros del relato: Poe y Chejov con sus registros puntuales. Posteriormente acotó que el cuento como género, en principio ha devenido en un género incomodo, pero que los peruanos como Petroperú y Ricardo Gonzales Vigil han apostado por el mismo relato breve, porque sencillamente los escritores nunca dejarán de ser unos felices recicladores.
Por su parte, Diego Trelles hizo alusión a los 69 cuentos registrados en la reciente compilación, y que a pesar de las obtusas políticas del gobierno; el arte y la cultura continúan avanzando, porque sin ellas no hay progreso. Manifestando a su vez, que el ser antólogo constituye una labor sufrida, pero que las mismas (las antologías) tienen una música propia en manos de su director. --“Para mí esta antología es una celebración de la última narrativa peruana”—puntualizó.
Omar Aramayo cerró la presentación manifestando que con esta antología se presenta el catastro de un país diverso, en el que se encuentran escondidos seres humanos que comunican, en una sociedad en que los medios son parciales. Y que sin duda, en caso que el tradicionalista Ricardo Palma estuviera vivo, la hubiera presentado con absoluta seguridad.
La amplitud intelectual de Ricardo Gonzales Vigil le ha permitido recoger ese lienzo brillante de las gentes con su sangre e historias, cotejando sus engranajes. Pues, el prólogo se constituye en una legítima crónica, y en un testimonio de identidad colectiva.
Como decía Washington
Delgado: “Éste es un libro para drogarse, y es un libro que establece un diálogo
dentro de su sistema narrativo”.
Al término del evento, los
responsables de ediciones Copé entregaron a los asistentes 200 tickets para que
en breve acudieran al stand Nº 7 de Petroperú, y puedan adquirir el libro al
precio de feria de 30 soles, aunque solo por esa ocasión.
A
continuación, la breve entrevista realizada al antólogo Ricardo Gonzáles Vigil:
-
Ricardo, ¿Qué tiempo te tomó realizar esta compilación de los últimos diez años del
cuento peruano?
Mira,
es difícil de calcular porque como tú comprendes, yo sigo en la producción año
a año, y seguido leyendo año por año, pero el trabajo de ver qué selecciono, y
preocuparme por conseguir cosas que no tenia, sobre todo fuera de Lima, y ese
trabajo de confección, de hacer el prólogo y las notas; yo calculo que casi dos
años. Pero claro que toma más tiempo leer todo, pues, he venido leyendo a lo
largo de todos estos años.
- ¿Y te pareció un trabajo ingrato?
Yo
diría que más bien grato. A mí me gusta mucho, y lo que hay más bien, es la
sensación de que siempre tienes la duda que si te falta algo, y siempre se te
escapan nombres, o te enteras de cosas que no tienes. Quizá ese tipo de cosas son
las que me fastidiaban, pero también siento mucho placer en romper esquemas, y
dar a conocer autores que no son suficientemente reconocidos, y me da una gran
oportunidad esta serie, de mostrar la variedad de la narrativa peruana, y no
quedarme solamente en los únicos nombres que se promocionan, entonces, para mí
es una fiesta, y yo siento que es como un gran Copé, sin mencionar lo mejor en
general que se ha producido.
- Hay autores que tienen buenos relatos, pero que aún no tienen un libro publicado; dices que en esta antología has preferido omitir a esos autores ¿Cuál sería la razón?
Yo
diría en general, en los todos los tomos, porque ya son suficientemente grandes
y amplios, entonces el problema es que a veces una persona hace solo un cuento
bueno, pero que no tiene un proceso narrativo, y menos un universo creador; sin
embargo, en algunos casos excepcionales he incluido personas que no tienen
libro, y en todos los tomos, pero son casos contadísimos, es la excepción.
- Tú que eres un gran protagonista de la cronología literaria de nuestro medio, con respecto a esta antología ¿Cómo ha evolucionado la narrativa actual, y que características tienen hoy los autores para contar?
Yo
noto lo siguiente: en primer lugar, se afianzado más el interés por una
narrativa alejada del registro realista, hay mucha gente interesada por lo
fantástico, por el juego literario, la cosa lúdica, y por establecer incluso
una zona de indefinición, que tú no sabes si es real o mentira, mezclan la
autobiografía con la farsa, entonces se rompen los limites, no sabes qué es
ficción y que no es ficción, y a veces parecen entrevistas, parecen documentos,
se busca la interconexión, y yo siento que eso es algo muy fuerte, y a veces
quizá los textos más interesantes están en una zona difícil de determinar si es
cuento, o qué es; hay mucha experimentación, por eso yo incluí a Bombardero de
César Gutiérrez, y menciono casos de gente que experimenta mucho como José Donayre,
y Santiago del Prado que no le he podido incluir porque sus textos son muy
largos.
- Y todo eso no deja de ser interesante como antólogo
Claro,
y me estimula, a mi me parece muy bien que se rompa la idea de un cuento antiguo,
bien hecho, pero también que se rompan los límites entre la realidad y la
ficción, yo creo que esa es una tendencia muy marcada. Otra tendencia, es que
ya se notaba un poco en los años ochenta, y aumenta en los noventa y más claro en
esta década; es que la gente vinculada por la cultura andina ha roto el viejo
esquema del indigenismo y el nuevo indigenismo, y se proclaman andinos por una
experiencia cultural, pero que tampoco les impide ser cosmopolita, entonces hay
un juego muy interesante de apertura de las raíces míticas andinas, a lo
moderno. Entonces hay una redefinición de la narrativa andina que incluso
supera la idea de algo regional, o lo opuesto a lo cosmopolita, y eso me parece
muy significativo.
- En ese sentido, ¿Recuerdas ese desafortunado clima que se vivió hace algunos años entre escritores andinos y criollos?
En
el prologo yo toco eso, porque me parece que fue un hecho que no se puede
eludir, y creo que se distorsionó porque se llegó incluso a ataques personales
e infundios. Yo creo que el problema de fondo es, y nos guste o no reconocerlo,
que existe un grupo de escritores y no importa de dónde son, que han accedido
al mercado editorial, y no siempre son los mejores; en todo caso el problema es
la exclusión que hay, y se arman como grupos cerrados, y después lo
transformaron en peleas personales que si son criollos y andinos, y creo que
eso no es lo significativo.
- Pero es que realmente han habido autores ninguneados siempre.
Lamentablemente,
lo que hay es que como un Vargas Llosa que se merece el premio Nobel, y lo que
ha logrado como lo menciono en el prólogo, cuántos escritores peruanos básicos,
no han tenido esa difusión en vida César Vallejo, por ejemplo no fue tan
conocido en vida, y el propio José María Arguedas, su fama internacional es póstuma,
entonces tú te pones a ver por qué , y ahí menciono varios casos de narradores
peruanos de los últimos treinta, y cuarenta años, que son escasamente conocidos
y no se los difunde, yo creo que el problema de fondo es eso, por qué hay un
grupo que goza de la publicidad y el marketing, y se reparten los premios, los
vínculos, y las amistades, y eso no es un problema precisamente entre criollos
y andinos, eso llevó a otro tipo de problema, y me parece que otro es el tema;
que no debe haber ese control de los medios por parte de unos pocos. Ahora, lo
que si hay es que la mayoría de la gente que accede al mercado editorial
internacional, acepta las reglas de la globalización y aceptan hacer productos
que cumplen ciertos rasgos, y tienden a ser algo light, o fácilmente adaptables
a la televisión y al cine, yo sí creo en todo caso, que existe el riesgo en
varios de ellos de jugar a vender y olvidarse del verdadero compromiso del
autor que tiene con su mundo creador, y sus necesidades expresivas, y esas para
mí son las oposiciones principales; el por qué hay un grupito que controla la
fama y excluye a otros; y la otra es: por qué hay gente que opta por una fase
de globalización y el éxito momentáneo y sacrifica lo importante en la creación
literaria. En esos términos es como lo trato de definir.
- Ricardo, ¿Qué proyecto se está gestando en tu trabajo?
Yo
tengo en marcha desde hace tres años una investigación de la producción narrativa
de mujeres, porque yo publiqué el 2009 una antología muy amplia de poetas
peruanas de todos los tiempos, entonces ahora también estoy haciendo lo
referente a cuentistas peruanas.
- ¿Contemporáneas?
No
precisamente, más bien de todos los tiempos, siglos XIX y XX, XXI, y tratar de encontrar
gente por ahí. Es una investigación, y
eso es lo que tengo en curso, de ver toda esa producción narrativa femenina.
- ¿Que saldrá a la luz en algunos años?
No,
la idea es tenerlo para el próximo año, porque ya vengo trabajando tres años.