viernes, 13 de mayo de 2011

YA ERA HORA QUE EXISTA UNA MARCA PERÚ






Acabo de ver el video del documental Marca Perú, y he quedado impresionado por la forma en que a nuestro país se lo eleva hasta las cumbres de lo mejor que pueda haber en el resto del planeta. Es un documental tan integrador y tan inclusivo, que se encarga hasta la saciedad, de publicitar las maravillas de las que goza el Perú, con la idea de designar a sus “embajadores” entre ellos: surfistas, cantantes folklóricas, cocineros nacionales, entre otros, para que viajen por los rincones del mundo a otorgar “derechos adquiridos”. Como lo son, el goce de los recursos, productos, y cultura peruana.

Enhorabuena que se hagan estas campañas para difundir en el exterior las grandezas de nuestro país. Y una felicitación al Mincetur y a PromPerú por la valiosa iniciativa que ya empieza a dar sus frutos. Porque así es nuestro Perú. Un país tan grande que fue rico en todo, desde épocas milenarias.

No hace mucho, tuve la oportunidad de estudiar el tema de Caral, una gran civilización milenaria, por cierto la más antigua de América.

Caral se desarrolló en el valle de Supe, hace aproximadamente 5000 años.

Allí desarrollaron un sistema organizacional, social y comercial realmente envidiable. Un sistema que quizá en la actualidad sea solo exclusividad de los países del primer mundo. Por ello, y por muchas otras razones, me siento realmente orgulloso de haber nacido en ésta tierra bendita, que ofrece muchas cosas maravillosas, como su prodigioso clima, sus regiones, su gente, sus laureados deportistas, sus literatos, pues ya tenemos un premio Nobel. Y qué decir de sus científicos, que hoy se encuentran desperdigados por todo el mundo aportando teorías nuevas a la ciencia, y en especial, nuestra alta y variada gastronomía que hoy seduce a los mejores paladares del planeta.

Si bien, es innegable que tenemos grandes recursos naturales, grandes potencialidades en recursos humanos, y sobre todo una excelente geografía. ¿Por qué ostentamos el titulo de ser un país “emergente” y/o “en vías de desarrollo”? ¿Acaso no tenemos las mismas oportunidades y condiciones naturales que los jaladitos (nipones) que están en el otro lado del mundo, o que los arios, que se creían la raza superior en los años 40, o los anglo-sajones?

Por eso creo que es el momento de despegar, y no hay tardanza para ello. Pero hagámoslo ya. Recuerdo que hace algunas décadas, un presidente norteamericano que fue atentado en Dallas, en uno de sus discursos públicos anteriores, mencionó a sus electores “No esperen ni pregunten qué puedo hacer yo por ustedes, sino mas bien pregúntense ustedes mismos, ¿qué puedo hacer yo por mi Nación?” Esa frase realmente me marcó, y me pareció tanto como sensata, alentadora. Pero tampoco quiero caer en un idealismo ingenuo, que no es compatible con nuestra cruda realidad social. Por eso, en nuestro país es hora que los poderes del Estado, se pongan la camiseta de la transparencia y del compromiso hacia sus gobernados. Que siquiera, tengan un ápice de instinto de batalla contra la impunidad y la corrupción; que hoy es bien sabido y demostrado que provenía de las altas esferas, y desafortunadamente contamina y contagia a los sectores más bajos, pero no debemos contaminarnos con éste cáncer que en muchos casos ataca a los más privilegiados, a los más instruidos, a los más versados, que a sabiendas, simplemente cruzan la línea, sin tener lugar para el retorno.

No es novedad para nadie que en nuestra sociedad peruana, los graves problemas son: La educación, la pobreza, la exclusión social; y sobre todo la violencia. Por ejemplo: en los medios de comunicación como el internet, la televisión, y la prensa escrita; también tenemos la violencia en las calles, como el pandillaje, y peor aún, los secuestros.

Por eso, es necesario implementar y reformar los programas educativos, por un lado, un plan nacional de seguridad; y los programas sociales, que son importantísimos para que la población se sienta motivada

Finalmente, sigo sosteniendo que El Perú, mi Perú, y el Perú de todos, es un país maravilloso, y no lo abandonaría por nada de éste mundo, aunque hoy nos encontremos frente a un dilema electoral que ha desmotivado a gran parte de la sociedad civil. Pero toda turbulencia o tempestad termina siempre por acabar.

No dudemos más en difundir la grandeza de nuestra tierra, con campañas como la Marca Perú y también con nuestros logros personales que sigan dejando al Perú “arriba siempre arriba; hasta las estrellas”, como lo hubiera querido el inmortal Jorge Chávez Dartnell.











miércoles, 4 de mayo de 2011

EL PALAIS CONCERT CORRE EL RIESGO DE SER CONVERTIDO EN TIENDAS RIPLEY





El Perú es Lima, Lima es el jirón de la Unión, El jirón de la Unión es el Palais Concert; y el Palais Concert soy yo...fue la frase más célebre que se le adjudicó al escritor Abraham Valdelomar al referirse a ésta antigua confitería-café que funcionó desde el 29 de febrero de 1913, y que se caracterizó por un estilo afrancesado, muy "Art noveau" y "Liberty" italiano para la época y que fue el gran punto de encuentro de la clase intelectual limeña. Personajes como Valdelomar, César Vallejo, José Carlos Mariátegui, Percy Gibson, entre otros; se encargaron de consolidar el prestigio del bar, con sus interesantes tertulias literarias. Pues fue allí, donde nació el grupo "Colónida", iconoclasta por antonomasia y liderado por el inefable "Conde de Lemos", así firmaba Abraham Valdelomar sus artículos en La Prensa.

Dios salve a los que, por más que se encuentren en distintas vidas y dimensiones, llegaron a apreciar ese ambiente mágico y elegante. A los que pudieron escuchar esa fascinante música de cámara interpretada desde lo alto de sus balcones enchapados en pan de oro, por bellas señoritas vienesas. A los que degustaron esas famosas tartaletas de pecanas y los primeros helados de la cuidad, al igual que los exquisitos y aromáticos cafés de máquina. A los que expectaron los primeros cortos de cine mudo y las primeras puestas de teatro de variedades. Así era el famoso Palais Concert.

Pero todo ello desapareció; y solo quedó en el recuerdo de los que aún apostamos por la historia, por el arte, la cultura y la sensualidad. Esa misma que nos estimula para apreciar lo bello y lo artístico, y que nos hace más sensibles e idealistas para poder ver el mundo desde otra perspectiva más sublime y optimista.

Pues, desde hace una década el Palais terminó en manos de comerciantes que lo reabrieron para ofrecer días y noches de discotecas chicha-reggae de mala muerte. Cuyos nombres "Cerebro" y "700" hacen rememorar a esos asiduos borrachos e incultos que terminaron por cansarse de sus instalaciones para sumergirse quizá en otras tradicionales y malolientes cantinas. Lo cual influyó para su cierre definitivo.

Pero lo más insólito está sucediendo a vista de todos los limeños. La empresa chilena Ripley, a horas de la madrugada, se encuentra demoliendo por ahora sus interiores para poder reabrir las instalaciones para una tienda por departamentos. Sin licencias, ni permisos.

Donde están el Ministerio de Cultura y la alcaldesa Villarán, para impedir la destrucción de un importante patrimonio histórico y arquitectónico como lo es el Palais, pues si muchos no lo saben, fue construido por el notable arquitecto Gustave Eiffel.



La Casa Barragán, nombre puesto por los verdaderos propietarios del predio, lugar de sede del antiguo Palais Concert, es actualmente reconocida por el INC, hoy manejado por el Ministerio de Cultura, como Patrimonio Cultural Inmueble Republicano, según R.S. Nª 2900 con fecha 23/01/1973.



¿Qué pensaría Valdelomar si regresara de la eternidad?