domingo, 17 de noviembre de 2013

MINISTRA DE LA MUJER ANA JARA: "CÉSAR VALLEJO FUE MI TÍO-BISABUELO"





 Palabra de Mujer es un festival  interdisciplinario que destaca la incansable labor de las mujeres peruanas en todas sus manifestaciones. Y este fin de semana en el auditorio de la Alianza Francesa de Miraflores, se realizó el Conversatorio “Mujer: logros y desafíos”
La mesa estuvo conformada por tres mujeres que en sus distintos quehaceres, son consideradas luchadoras, y defensoras de los derechos de la mujer. La actriz Magaly Solier, la periodista afroperuana Sofía Carrillo, y la ministra de la Mujer Ana Jara. Aunque en la terna también figuraba la actriz Mónica Sánchez, que nunca llegó al recinto (se disculpó vía telefónica por un problema personal), cosa más extraña, porque para nadie es desconocido su afán de figuración, y de intervenir en cuanto evento se presente.

Magaly Solier en su intervención mostró una solida madurez que sin duda ha sabido ganar al trajinar por los tortuosos terrenos de la discriminación, a lo que ella responde: “El egoísmo hace que un país retroceda. Debemos dejar toda esa violencia hacia las mujeres, y tenemos la responsabilidad de llevar al Perú cada vez más arriba. Las mujeres hoy tenemos voz, y somos madres; y el Estado, aunque sea con faldas, o pantalones, también debe ser madre. Existen guerras, y más guerras, ¿para qué? El poder solo debe ser para hacer respetar. ¿Qué creen? Hoy, las mujeres de la sierra también tenemos nuestro celular bajo la enagua. Y hace poco, he sido vitrina del racismo, pero yo le doy un puntazo en el trasero y lo enfrento. El respeto es la base de toda sociedad”

Sofía Carrillo, una ferviente defensora de la población afro-peruana, recordó a  la compositora Victoria Santa Cruz y declamó su famoso poema rítmico “Me gritaron negra”.  Sofía inyectó al público esa lisura que las mujeres hoy despliegan al no dudar en defenderse ante las constantes agresiones que reciben.
“Somos discriminadas por ser mujeres, por ser negras, o indígenas, o amazónicas, y es difícil aceptar que te rechacen, y luego te tocan sin permiso. Y el silencio no puede seguir siendo más una opción, porque el silencio es el gran cómplice; y siempre me han preguntado que si el ser mujer, y afroperuana me ha sido un obstáculo, y yo he dicho que sí. Porque las mujeres afro-descendientes no somos visibles en esta sociedad, y por eso simplemente nos da la gana de encabezar esta revolución…la revolución.


Por su parte, la ministra Ana Jara dio un discurso más cálido (en principio, porque luego habló sobre la gestión pública), haciendo una especie de mea-culpa al afirmar que los congresistas, incluida ella, no han dado la talla para representar como se debe a la ciudadanía. Y reveló aspectos de su vida familiar, y que incluso  César Vallejo fue su tío-bisabuelo, y que su hermano nació en la casa del poeta en Santiago de Chuco. También, destacó la labor de su madre que luego de enviudar a los 37 años, y con 4 hijos a cuestas, decidió estudiar la secundaria, para luego seguir con estudios universitarios en la ciudad de Ica, pese a la presión de ser madre y de las interminables horas de trabajo que tuvo que afrontar. La ministra confesó que también fue locutora de radio desde los 15 años de edad, y lo hizo durante casi diez años. Posteriormente anunció algunos de los programas de su cartera, y dio a conocer las políticas de gestión pública, cosa que no alentó mucho a los asistentes (el 90% eran mujeres), que un arranque de falta de respeto; cortaron abruptamente su discurso, con prolongados aplausos que fueron extinguiendo sus palabras.
Luego de la conversa, siguió el recital de Rosa Guzmán (cantante criolla barranquina) y Magaly Solier.

“Me gritaron negra”
Poema de Victoria Santa Cruz
Tenía siete años apenas
apenas siete años
¡Qué siete años!
¡No llegaba a cinco siquiera!

De pronto unas voces en la calle
me gritaron ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Neeeegra!
“¿Soy acaso negra?”- me dije
¡Sí ¡
“¡Qué cosa es ser negra?”
¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía.
¡Negra!
Y me sentí negra.
¡Negra!
Como ellos decían
¡Negra!
Y retrocedí
¡Negra!
Como ellos querían
¡Negra!
Y odié mis cabellos y mis labios gruesos
y miré apenada mi carne tostada
Y retrocedí
¡Negra!
Y retrocedí…
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!

Y pasaba el tiempo,
y siempre amargada
Seguía llevando a mi espalda
mi pesada carga
¡Y como pesaba!...

Me alacié el cabello.
me polveé la cara,
y entre mis entrañas siempre resonaba
la misma palabra
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
Hasta que un día que retrocedía, retrocedía y que iba a caer

¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¿Y qué?

¿Y qué?

¡Negra!
¡Negra!
Soy
¡Negra!
Negra
¡Negra!
Negra soy

¡Negra!
Si
¡Negra!
Soy
¡Negra!
Negra
¡Negra!
Negra soy

De hoy en adelante no quiero
laciar mi cabello
No quiero
Y voy a reírme de aquellos
que por evitar- según ellos-
que por evitarnos algún sinsabor
Llaman a los negros gente de color
¡Y de qué color!
NEGRO
¡Y qué lindo suena!
NEGRO
¡Y qué ritmo tiene!
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO
Al fin
Al fin comprendí
AL FIN
Ya no retrocedo
AL FIN
Y avanzo segura
AL FIN
Avanzo y espero
AL FIN
Y bendigo al cielo porque quiso Dios
que negro azabache fuese mi color
Y ya comprendí
AL FIN
Ya tengo la llave
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO
¡Negra soy!