“Nunca he permitido que un
editor me cambie una sola línea; aunque éste ponga el dinero, porque yo pongo
mi nombre”
El
27 de julio de del 2007 los doctores le detectaron un cáncer, y al día
siguiente solo escribió las treinta páginas que le faltaban para una nueva novela,
y luego continuó escribiendo sin pensar en otra cosa; y al cabo de algunos
meses se le fue el cáncer.
Eso,
y otras peripecias es lo que le tocó vivir a Jordi Sierra i Fabra (1947), escritor catalán de literatura
infantil y juvenil que se encuentra en nuestro país, con el único propósito de
difundir la literatura y la escritura creativa entre los niños de las escuelas
primarias y secundarias; labor social que ejerce desde el año 2004 a través de
su Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra, y que en Latinoamérica y con
sede en Medellín Colombia, instruye al año a más de cien mil niños y jóvenes.
Jordi
es un autor prolífico que ha publicado nada menos que 400 libros, entre
narrativa, narrativa infantil y juvenil, historia, y biografías musicales, y no
musicales, poesía, y ensayos; con récords de ventas que superan más de 10
millones de libros vendidos solo en España. Y con una treintena de premios
otorgados. Por citar algunos ejemplos; solo su libro “Campo de fresas” ya
ostenta las 68 ediciones, y “Noche de viernes” 45 ediciones, y “En canarias se
ha puesto el sol” ya van por las 40 ediciones.
Melómano
de corazón, desde un principio se dedicó a escribir sobre la música, pues,
tiene publicado un sinnúmero de libros sobre las luminarias del pop-rock
mundial, y fue uno de los críticos musicales más notables en España,
dedicándose a dirigir varias revistas especializadas; y que después de 28 años
de labor, lo abandonaría por la escritura
A su
paso por nuestra capital, el escritor se dio un espacio para un encuentro con
el público. La cita se dio hace unos días en la librería Ibero de Comandante Espinar; Jordi
se vio flanqueado en la mesa por Ernesto Carlín (editor de la sección cultural
del diario El Peruano), y Luis Arriola (editor de Terra Networks) que le
lanzaron preguntas relacionadas al oficio de escribir.
Sus
respuestas más que contundentes y desenfadas, hicieron que el público se
deleite con el ser humano, más que con el escritor.
Al
responder sobre algunos tips de literatura; manifestó que simplemente no los
tiene, y que casi todo lo que se habla de ella, son solo más que mitos:
- Cuando
escribo mis novelas, nunca menciono en que ciudad se desarrollan.
- Aunque
me salen buenos títulos para mis novelas, no me parecen importantes.
- La
primera línea a diferencia de lo que muchos dicen, tampoco me parece
importante.
- En
el primer capítulo cojo al lector, y ya en la página 20, lo suelto, porque
luego que enganche, ya no lo puede dejar.
- Nunca
le tuve miedo a la página en blanco porque es como una mujer a la que hay que
amar.
- A
partir del año 94 escribí en el ordenador, y allí no hay página en blanco, ya
que es el infinito, que nunca se termina.
- Cuando
escribo una novela me levanto a las 10 de la mañana, luego desayuno, y empiezo
a escribir a las 11 hasta las 3 de las tarde. Seguidamente almuerzo, y retomo a
las 4.30 hasta las 8.30, para luego cenar,
e irme al cine. Esa es mi rutina diaria.
- No
existe un día que deje de escribir.
- Bradbury
decía que “cuanto más rápido escribes, más sincero eres”
- Y
yo pienso que en la escritura “cuanto más cantidad es más calidad”
- Yo
escribo escuchando música, o en absoluto silencio.
- Escribir
es el trabajo más solitario que existe.
- Estoy
convencido que el libro es el mejor objeto de arte que existe.
- Nunca
he permitido que un editor me cambie una sola línea; aunque éste ponga el
dinero, porque yo pongo mi nombre.
En
suma, Jordi es un amante de la libertad, que únicamente ha encontrado en la
escritura el oxigeno que siempre requerirá para vivir intensamente, pues además
de la literatura, y de su incansable labor social, tiene una esposa pintora que
le acompañó siempre, a pesar de que alguna vez temieron vivir debajo de un puente,
al dejarlo todo por escribir. Enemigo del facebook y el twitter, por
considerarlos una pérdida de tiempo, él solo comparte un club de fans con la
también escritora Laura Gallego, además de su propia página web.
Su visita a Perú:
Vino
anteriormente al país en el año 1996 y lo recorrió durante un mes entero,
yéndose primero a las tumbas reales del señor de Sipán; y cumpliendo luego su
sueño, de conocer las ruinas de Machu Picchu, y luego Petra en Jordania.
Actualmente,
ha llegado a Lima, como dice él: para ir de colegio en colegio entre chicas
guapas; cuyo lema es: “Mujeres y colegios” en alusión a las encargadas que le
acompañan a dictar sus talleres a las distintas escuelas.
Jordi
concluyó la conversa, revelando que no supo casi nada de su padre, y que por
eso mismo, ha dejado cartas de amor a sus hijos (tiene dos) y sus nietos
mediante sus memorias, para que alguna vez conozcan todo de él. Y aunque ama a
la vida, manifestó que si estuviera a punto de morir, se pegaría un tiro muy al
estilo del célebre Ernest Hemingway.
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